Estaba leyendo una noticia sobre la imputación de Rodrigo Rato y Emilio Botín ( que nombre para un banquero) por un caso en el que Banesto, supuestamente, compró a un precio desorbitado una sociedad de la familia Rato. De pronto, mis ojos se detienen sobre el nombre del abogado acusador, en mi cabeza el relato de los hechos sobre la trama de presunta corrupción desaparece y un par de rostros fantasmales la sustituyen. El abogado se llama Francisco Franco Otegui.
Lo peor de la derecha nacionalcatólica y de la izquierda radical independentista juntos en un mismo nombre. No pude evitar hacer este post sobre la "noticia" dentro de la noticia, aunque más bién es una simple curiosidad. El descubrimiento de tan malogrados apellidos me impulsó a navegar buscando otros tantos ridículos y los encontré, como no. Sin embargo, no tiene para mi la misma gracia buscar que encontrar, se pierde ese factor sorpresa.
Pensaba poner unas fotos de estos personajes pero me lo he pensado mejor. Será, creo, mi primer post sin acompañamiento gráfico!
Os dejo el vínculo a la noticia,
8 comentarios:
si que es un nombre curioso, sobre todo el ppio de el...me da que de independentista radical poco!
Vaya cruz le ha caído al abogado, más por los primeros que por el último, porque me imagino que en Euskadi debe ser muy común apellidarse Otegi, pero llamarse Francisco Franco debería estar prohibido.
Una vez más los extremos se tocan. Y van.....
Nos vemos
El mundo es un lugar lleno de paradojas e ironías. Un cóctel explosivo, vaya.
Nunca me gustaron los extremos.
Muchas gracias por pasarte por mi Blog y ateverte a dejar un comentario.
Estoy segura de que nos seguiremos leyendo a menudo.
Un saludo.
Dios mío, eso es una desgracia. Lo de Otegi no lo podían adivinar, pero a los padres es para colgarlos por ponerle Francisco cuando se apellida Franco.
Un saludo.
MEjor no poner foto.
Hay imágenes que podrían arruinarme la semana entera...
Que hacen los banqueros sino repartirse el botín.
Hay padres con muy mala baba!!
jo, qué poca picardía tengo, estaba pensando en la acepción de botín como "bota pequeña" jajaja, y no lo he pillado hasta ahora...
(qué lerda, y qué desastre de filóloga...)
jajaja
;-)
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